La tierra de los resignados

jueves, marzo 17, 2011

Monologos

Existen momentos en los cuales tu recuerdo se vuelve presencia, cuando la tarde oscurece y el cielo se torna color naranja, color despedida y aroma a melancolia.

Como si poco a poco y de manera sigilosa estuvieras buscando aquella llave, extraviada, pero reconocible y palpable, a ese lugar al que solo tu tienes acceso.

esa entrada ahora esta algo descuidada, con una vegetacion arbórea que limita un poco el paso, sin embargo tu eres una experta en cuestiones botánicas y eso te facilita adentrarte en su interior.

Y ahora que estas en ese zaguan, en ese preámbulo a mi morada, te veo como un fantasma, tan bella y cautivante como te recuerdo, pero tan difusa que puedo ver a través tuyo, y las lágrimas caen pues no veo tu corazón, porque solo veo reflejos de esa morada vacia que es la mia.

Ese corazón que fue tan mio y que tanto cuidamos, y que por arte de magia un dia dejo de quererme, de pronunciar mi nombre y hoy solo siente nostalgia.

Aquella nostalgia que nos encargamos de construir diariamente, cuando dejamos de vernos y que en dias como hoy cuando puedo ver al sol.... la amo, porque cuando dos personas se quisieron tanto, en ocasiones muy especiales y si Dios lo quiere puede convertirse nuevamente en amor.
posted by danny at 12:56 p. m.

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